Un berrinche se caracteriza por tirarse al suelo, llorar descontroladamente y patalear; tal parece que la acción mágica que los controla es darles a los pequeños lo que quieren.

Llantos, gritos, pataletas e incluso golpes es como los niños exhiben ante todos, su berrinche, sin importar el lugar donde se encuentren o si las personas los conocen o no. Este tipo de comportamiento en ocasiones acaba con la tolerancia hasta del más paciente; pero, detrás de todo ello, siempre habrá un motivo de por qué los pequeños hacen berrinche.

Te compartiremos algunos puntos de cómo puedes manejarlo.

Es muy fácil observar a niños de entre 2 y 3 años que realizan berrinches en cualquier momento y en cualquier lugar, especialmente cuando no se les cumplen sus caprichos, o no se hace lo que ellos quieren, y vaya que si lo logran. Para los pequeños de esta edad les es fácil hacer berrinches, ya que el hablar aún es difícil para ellos, entonces, que mejor que ponerse a llorar y gritar para que los demás le den lo que ellos quieren.

Si bien, un berrinche al principio puede ser una forma de llamar la atención de los padres, pero, éste es evolutivo y pasa a ser manía; entonces, el niño puede hacerlo cuando le plazca.

Bañarse, comer, vestirse, cambiarse de ropa, peinarse, así como todo lo que su pequeña agenda solicite es causa de berrinche. Si tú lo has notado, no podrás mentir que al momento de ir de compras al súper o cualquier lugar comercial y si tu niño quiere algo y no se lo concedes inmediatamente recurre a los gritos, pataletas y llantos; por tanto, tú con la finalidad de callarlo terminas por comprarle lo que quiere y es así como el pequeño comienza a salirse con la suya y captará que cuando quiera algo y tú se lo niegues sabrá cómo conseguirlo; prepárate, lo hará a base de berrinches. Es así como comienza esta conducta manipuladora tan desesperante.

El berrinche podría describirse como un chantaje emocional por parte del menor, todo con el objetivo de salirse con la suya.

Un berrinche puede surgir por múltiples razones, ya hemos mencionado algunas, ellos quieren todo para ellos: atenciones, objetos y son los papás quienes caen en el error de creerles o dejarse manipular a fin de evitar «sufrimiento» a sus hijos.

Si los padres se dejan manipular por los hijos pequeños, en el futuro tendrán hijos inquisidores, groseros, malcriados y consentidos que estarán muy lejos de madurar.

• ¿Cómo tratar los berrinches de nuestros pequeños?

Si estás cansado de pasar bochornosos momentos por la conducta y berrinches continuos de tus hijos, es necesario que comiences a poner límites a fin de evitar tener un pequeño emperador en casa.

Para comenzar, debes aprender a diferenciar las razones del por qué el berrinche, ¿A qué se debe?; debes poner atención a su enojo, debes escucharlo y ponerte en su lugar; en sí, debes aprender a no dejarte manipular y deberás pronunciar una palabra que es corta, pero que realmente hace el cambio: ¡no!
Si bien, es un hecho que amar, cuidar e incluso consentir a los hijos no está del todo mal; pero, como seres humanos, debemos ser conscientes de que a veces no se puede tenerlo todo, mucho menos a bases de pataletas y berrinches. A continuación, compartimos algunos puntos importantes a fin de calmar los berrinches de los pequeños:

• Trata de dar otra dirección a lo que tu hijo quiere
En los supermercados siempre es fácil encontrar a un niño haciendo berrinche, todo porque quiere su juguete o comida preferida. Si este es tu caso o en cualquier contexto donde te encuentres, procura desviar la atención de tu hijo. No le grites, no lo regañes y mucho menos en frente de las demás personas. En este punto, tú aprenderás a conocer a tu hijo y cuando notes que está a punto de hacer un berrinche, desvía su atención; tómalo de la mano, cárgalo y pide hacer otra cosa, por ejemplo: participar en las compras, que te ayude a acomodar el carrito de mandado. Al igual, puedes desviar su atención platicando su caricatura o película favorita, etc.

• Abrázalo, evita regaños

Si tu respondes con regaños su rabieta, únicamente empeorarás la situación, por tanto, cuando veas a tu pequeño en pleno berrinche levántalo y abrázalo. Puede ser que su berrinche empeore: las patadas y gritos aumenten; deberás explicarle por qué está mal lo que hace. El pequeño necesita saber cuál es la razón del por qué se le niegan las cosas. Algunas palabras claves podrían ser: te entiendo, debes comprender, primero debes obedecer, escúchame con atención, etc. Procura que detrás de tus negativas esté una buena razón.

Una vez que termines de hablar con tu hijo, vuelve al primer paso: direcciona su atención a otra cosa.

• Demuestra que tú eres la autoridad

Como mamá puedes ser muy comprensiva, pero no confundas esta actitud; está bien que comprendes a tu hijo y por eso le des las cosas que te pide, pero debes saber cuándo es el momento indicado para hacerlo, así como para poner límites.

A veces las palabras y que te muestres serena no te ayudan de mucho al momento de querer controlar el berrinche; por tanto, un gesto molesto te puede ayudar; no golpes porque empeorarías la situación. Marca tu autoridad con un gesto serio y ponte en acción, si solo lo amenazas o le cuentas la típica «voy a contar hasta tres: 1,2…» «te voy a dar» estarás cometiendo un grave error, no amenaces, aplica el correctivo. Hazle comprender que él ha cometido un mal comportamiento y que tú, pese a advertirle, no te ha hecho el mínimo caso, entonces ahora sus actos tendrán consecuencias.

• Mantente firme

Es probable que después de hacer el punto anterior tu niño esté aún sollozando. Pon mucha atención, evita caer en el error de ir a consolarlo, de nada servirá que tu hayas demostrado tu autoridad. Si bien, podrás sentirte mal de ver a tu hijo sollozando; sin embargo, si quieres que se comporte y se olvide de los berrinches, debes ignorarlo; ignorar lo que dice y hace, mantente firme y no quites tu actitud molesta.

• Explica por qué está mal su berrinche

Cuando ya se haya tranquilizado, aprovecha, es momento de que converses con él. Vuelve a explicar nuevamente por qué está mal su forma de actuar. Marca los límites y hazle entender que no soportas sus berrinches.

Si en casa tienes a pequeños que les fascina hacer berrinches para salirse con la suya, pero ya estás cansado y no puedes controlar la situación, en nuestro portal podrás encontrar información, psicólogos profesionales y muchos temas más que te servirán de ayuda.