Los niños y niñas de 0 a 3 años se encuentran en un periodo donde la plasticidad cerebral requiere de estímulos exteriores: sociales, ambientales, emocionales, etc., durante ese periodo son más capaces de entender lo que les dicen y de expresar lo que quieren a través de palabras y gestos.
Disfrutan de su capacidad de entender órdenes y no dudarán en darlas por sí mismos.
Su pequeño escucha todo lo que le dicen y lo almacena con una velocidad increíble. En vez de utilizar las palabras típicas de los bebés (habla infantil), utilice los nombres correctos de personas, lugares y cosas. Hable despacio, con claridad y diga todo usando un lenguaje sencillo.
Los pequeños de 1 año pueden seguir comunicándose con gestos, como señalar imágenes o algo que quieran tener. Los gestos se volverán más elaborados a lo largo de este año a medida que los vayan utilizando para imitar acciones, expresarse y jugar.
Los gestos también son una parte importante del desarrollo del lenguaje. Establezca una conexión entre gestos y lenguaje verbal utilizando comentarios como: «¿Quieres beber?» (cuando su pequeño señale hacia la nevera), y espere su respuesta. Luego dígale: «¿Qué quieres? ¿Leche? Perfecto, aquí tienes tu leche». Este tipo de comportamiento anima a los pequeños a responder y a participar en conversaciones.
Cómo favorecer el desarrollo del lenguaje:
Su pequeño escucha todo lo que le dicen y lo almacena con una velocidad increíble. En vez de utilizar las palabras típicas de los bebés (habla infantil), utilice los nombres correctos de personas, lugares y cosas. Hable despacio y con claridad, y dígalo todo usando un lenguaje sencillo.
Su hijo de 1 año puede seguir comunicándose con gestos, como señalar imágenes o algo que quiera tener. Los gestos se volverán más elaborados a lo largo de este año a medida que su hijo los vaya utilizando para imitar acciones, expresarse y jugar.
Los gestos también son una parte importante del desarrollo del lenguaje. Establezca una conexión entre gestos y lenguaje verbal utilizando comentarios como: «¿Quieres beber?» (cuando su hijo señale hacia la nevera), y espere su respuesta. Luego dígale: «¿Qué quieres? ¿Leche? Perfecto, aquí tienes tu leche». Este tipo de comportamiento anima a los niños a responder y a participar en conversaciones.
Lo más probable es que a esa edad le encanten los juegos de gestos, como «los cinco lobitos» y los juegos de identificar cosas, como partes del cuerpo, dibujos y gente conocida: «¿Dónde tienes la nariz?», «Enséñame la pelota» y «¿Dónde está mamá?»
El vocabulario de los pequeños a esa edad crecerá deprisa, pero su pronunciación no seguirá el mismo ritmo. En torno a los 2 años de edad, solo se puede entender la mitad de lo que dicen la mayoría de los niños. Pero enfatice la pronunciación correcta cuando usted le conteste.
En Bilbury maternal utilizamos diferentes herramientas pedagógicas para la estimulación del lenguaje, una de una de ellas es el método Doman.