“Mamá, ¿por qué hay tanto fuego?”. Esta pregunta puede descorazonar el alma, no solo por su dificultad, sino porque sabemos, como adultos, que nuestros hijos vivirán las consecuencias de los incendios forestales por los que preguntan de manera inocente.
¿Cómo responderla? Pues sin mentir, sin ocultar información y adaptando el mensaje a la edad que tenga el pequeño. “Hijo, no solo hay fuego porque alguien malo lo provoque, este fuego también es consecuencia de no haber cuidado lo suficiente la naturaleza”, podemos respetar.
La American Academy of Child & Adolescent Psychiatry ofrece una serie de consejos para crear el ambiente idóneo para explicar a los niños los incendios forestales:
• Es mejor ofrecer información veraz y no inventarse nada
• Adaptar el mensaje a su nivel de entendimiento
• Alguna información relativa a este tema puede ser difícil de entender, así que hay que estar preparado para repetirla tantas veces como el peque necesite
• Recuerda que los niños tienden a personalizar las situaciones (pueden estar muy preocupados por su seguridad y la de su familia) así que transmite un mensaje tranquilizador, pero no prometas cosas poco realistas. Está bien hacerlos saber que no tiene porqué pasar nada, pero también que hay que estar preparado por si surge otro incendio
Además, puedes recordar que:
• No hay que encender nunca un fuego, ni fogata en el campo. Ni para asar, ni para quemar rastrojos, ni siquiera pueden dejar que alguien tire una colilla al monte
• Hay que mantener el monte bien limpio así que, si el peque va a pasar el día en el campo, tiene que saber que no puede arrojar ni papel, ni plástico, ni vidrio ni ningún tipo de residuo en medio de la naturaleza
El Bilbury, una de nuestras líneas de acción healping the evironment se desarrolla a través de la participación activa y constante del alumno ante el cuidado, respecto y responsabilidad generando conciencia frente a la situación actual de nuestro planeta.