Durante los primeros años de vida de nuestro bebé, en muchas ocasiones, el chupón pasa a ser nuestra salvación. Conseguimos que se calme, se relaje e incluso llegue a dormirse. Sin embargo, su excesivo uso puede tener efectos negativos en los más pequeños.
El hábito de succionar el chupón y el biberón, al igual que la succión del dedo, son llamados “hábitos de succión no nutritiva”. Hábitos considerados normales solo hasta cierta edad ya que son una función refleja e instintiva en el recién nacido.
El uso del chupón puede dar problemas como los siguientes:
1. Dificultades en el inicio de lactancia materna
El modo en el que el bebé tiene de succionar el pecho materno es muy distinto al de chupar una tetina. En el periodo en el que el bebé está aprendiendo a mamar, ponerle en la boca una tetina ya sea de chupón o biberón, podría confundirlo y generarle el llamado síndrome de confusión del pezón. También podría interferir en la correcta administración de la leche materna ya que, si el bebé satisface parte de su necesidad de succión con el chupón, estimulará el pezón materno durante menos tiempo.
Existen muchos modelos de tetinas y chupones, algunas muy anatómicas, pero ninguna es igual al pecho de la madre. Por ello, no se recomienda el uso de estos en los bebés hasta que la lactancia materna esté bien establecida. Esto generalmente es a partir de los 15 días de vida aproximadamente.
2. Maloclusiones dentarias
Uno de los problemas más comunes del desarrollo buco-dental de los más pequeños, derivado del exceso del uso de chupón y biberón, es la mordida abierta y/o cruzada. Generalmente, hace que la mandíbula no crezca de manera correcta quedando más atrás de lo que debería y apreciándose un espacio aumentado entre los dientes de abajo y de arriba. La succión prolongada, también provoca un estrechamiento del paladar causando también mordida cruzada, que puede dar problemas importantes en el crecimiento del niño pudiendo crear asimetrías faciales si no se corrigen a tiempo.
3. Infecciones del oído
Otra de las consecuencias, es la de respirar por la boca en vez de por la nariz. Esto puede traer un aumento de la posibilidad de sufrir una otitis o infección de oído.
4. Infecciones de la boca
Los chupones y biberones, debemos lavarlos cuidadosamente ya que pueden ser fuente de infecciones para el bebé. Una de las más comunes, es la llamada “muguet” que genera placas blanquecinas en la boca.
Otra clase de infección son las caries. En algunos casos pueden ser muy agresivas y son producidas por el azúcar. Esto, ocurre únicamente en los casos en los que se untan los chupetes con azúcar para calmar al niño. A este tipo de caries también se les llama “caries del biberón”. Son muy comunes en los niños que se duermen con el biberón y sin cepillarse los dientes. La lactosa, se mantiene durante horas en contacto con el diente y favorece el crecimiento de bacterias en los dientes de leche.
5. Dificultades en el habla
Otra de las consecuencias negativas más comunes que provoca, es la de sufrir retrasos notables a la hora de hablar. La succión de la tetina impide que su lengua, por ejemplo, pueda realizar los movimientos naturales para poder pronunciar correctamente.
Hay que añadir, que el hecho de pasarse tanto tiempo con el chupón en la boca, hace que practiquen menos la capacidad de comunicarse. Impidiendo así, que el niño pueda expresarse mediante el balbuceo o la palabra, según sea la edad.
Recomendación
Siempre y cuando el chupón sea eliminado antes de los 2 años y medio, en la mayoría de los casos, la maloclusión provocada será corregida por sí sola.